El derecho al placer de enamorarse
El movimiento feminista ha mostrado sobradamente su preocupación por la violencia de género. Afortunadamente cada vez son más las feministas que se apoyan en las evidencias científicas para luchar contra este fenómeno, de igual modo que los médicos se apoyan en las evidencias para luchar contra las enfermedades de forma más efectiva, o los físicos la usan para enfrentarse a la resolución de problemas y para avanzar en el conocimiento del universo. Del mismo modo que tenemos derecho al mejor tratamiento cuando contraemos una enfermedad, también deberíamos aplicar los mejores conocimientos para prevenir al máximo la mencionada Violencia de Género (VdG). Las evidencias científicas se basan en el empirismo, es decir, en la observación sistemática y la recolección de datos resultantes de la realidad analizada. A través de las evidencias se aprueban nuestras hipótesis o se rechazan. Sin embargo, desgraciadamente todavía existen feministas que se niegan a aceptar los resultados de las evidencias o simplemente las ignoran y basan sus argumentos en ideas ocurrentes que no tienen base empírica. Con este artículo pretendo mostrar lo que las evidencias muestran al respecto.
Ante la pregunta ¿El amor romántico genera VdG? Las evidencias nos presentan estos datos: en las relaciones afectivo-sexuales entre jóvenes se compararon aquellas basadas en amor romántico y aquellas que no se basaban en el amor (ligues) y los resultados fueron contundentes. Los ligues o relaciones sexuales esporádicas obtuvieron un riesgo de violencia sexual superior al de las relaciones románticas. Es más, el amor romántico tuvo un efecto protector:
“In contrast to the pattern found with hookup sex, precollege romantic sex predicted reduced likelihood of experiencing SV during the first semester of college, and romantic behavior during college was not associated with SV within any time period. Thus, unlike sex in the context of romantic relationships, hookup sex appears to be uniquely associated with SV”
(Investigación: Sexual Hookups and Adverse Health Outcomes: A Longitudinal Study of First-Year College Women)
¿Cómo se explica que el Amor Romántico tenga un efecto protector?
La respuesta podríamos encontrarla en aquellos artículos que nos indican que la masculinidad hegemónica violenta prefieren la cultura de relaciones sexuales esporádicas. Es decir, que los hombres violentos prefieren ir de flor en flor, amasar ligues, tener sexo como una forma de triunfo personal y pavonearse de sus conquistas. Es de notar que este ambiente de ligotéo es donde mejor nada este tipo de masculinidad, sobre todo si tenemos en cuenta que los hombres violentos tienen serias dificultades para mostrar sus sentimientos o para sentir amor.
“In addition to replicating previous findings, this study found that coercive men also scored significantly lower on Agape love styles than consensual and inexperienced men. This result makes sense theoretically. Agape is an unconditional love for other individuals. Men holding an Agapic love style should be less likely to sexually coerce their partner. Furthermore, we found inexperienced males were lower in Eros than consensual males. This may be simply due to the inexperienced group’s lack of sexual experiences. Overall, these findings suggest that coercive men have an attitudinal ideology toward relationships such that they are less likely to romanticize and emotionally invest in relationships than noncoercive men.”
(Investigación: Sexual Coercion and Victimization of College Men The Role of Love Styles)
De este modo, las jóvenes que prefieren las relaciones románticas como forma de iniciar sus primeros encuentros sexuales buscan hombres que sean capaces de mostrar sentimientos o amor. Estos datos nos llevan a concluir que el amor romántico puede ayudar a las niñas a buscar hombres no violentos, que traten bien.
Sin embargo, estas tendencias no son algo fijo e inamovible. Hay posiblidad de tratar estas tendendencias mediante la lectura de artículos científicos que desenmascaren el discurso coercitivo y diálogos igualitarios entre jóvenes que reflexionen sobre sus vidas amorosas entorno a las evidencias.
El deseo de las mujeres hacia hombres igualitarios (no violentos) es un factor fundamental.
Cuando preguntamos a las adolescentes sobre los chicos más deseados entre sus compañeras, es fácil encontrar que la mayoría de las respuestas apuntan a los chicos populares de clase, frecuentemente los más chulos, canallas o violentos. Esto se debe a un discurso coercitivo que atribuye el atractivo a este tipo de chicos. Estos chicos son precisamente los que generarán violencia sexual o violencia de género.
“A coercive dominant discourse: attraction to violence. Research on risk factors related to gender violence conducted from a preventive socialization approach has identified that there is a coercive dominant discourse in which people with violent attitudes and behaviours are socially portrayed as attractive and exciting. On the other hand, people and relationships with non violent attitudes and behaviours are portrayed as less exciting (Gómez, 2015; Soler-Gallart, 2017). “
(Investigación: Girls’ perceptions of boys with violent attitudes and behaviours, and of sexual attraction)
A pesar de que el amor romántico sea un factor de protección, es de subrayar que es muy importante la elección de pareja, es decir, el tipo de pareja que elegimos para las relaciones ya sean esporádicas o de largo plazo.
“Indeed, these findings support the idea that the positive or negative outcomes of a relationship are not in its duration, but in the partner of choice.”
(Investigación: Our Right to the Pleasure of Falling in Love)
¿Qué diferencia hay entre una mujer cuyos primeros encuentros sexuales de ligue con hombres violentos que le excitaron y otra que no?
Los primeros encuentros sexuales serán recordados a largo plazo como excitantes para todas las mujeres. Esta experiencia marcará su trayectoria de elección de pareja en el futuro. No solo eso sino que si hubo una excitación inicial con hombres violentos, los hombres igualitarios, no-violentos y sentimentales se presentarán en el futuro como menos excitantes o deseables. En este escenario, estas mujeres probablemente elijan hombres que las desprecian y si no lo hacen permanecerán en relaciones con hombres no-violentos pero percibiendo estas relaciones como aburridas o poco excitantes o escasamente placenteras.
“According to the authors, this behavior would be influenced and triggered by the consequence of storing in their memory coerced situations as desirable, because of the CDD, and would, in turn, set a frame of reference infused of coercive elements for future relationships (Racionero-Plaza et al., 2018). “
(Investigación: Our Right to the Pleasure of Falling in Love)
Sin embargo las mujeres que en sus primeros encuentros hayan sentido amor romántico o sexo con sentimientos (presumiblemente con hombres igualitarios) buscarán con más probabilidad hombres igualitarios para sus futuras relaciones, que sentirán como excitantes, deseables y placenteras.
¿Cuál puede ser la conclusión?
La conclusión a que me llevan estas lecturas, en concordancia con las feministas que publican estos artículos, es que es una verdadera crueldad desposeer a las niñas y adolescentes del amor romántico (como se ha venido haciendo año tras año en talleres donde se afirma que el amor romántico genera violencia de género), porque desposeerlas del amor ideal, es arrebatarlas del placer de enamorarse y de vivir una vida satisfactoria, apasionante, saludable, sin violencia y feliz como así lo constatan las evidencias.